Un
El One:1, repetimos, tiene ese nombre debido a su relación peso – potencia. Cuenta con un motor V8 de 5 litros que entrega 1341 HP para un peso total del vehículo de 1360 kilogramos. O sea, 1:1 exacto no es, pero queda super cerca. Para compararlo con una referencia que también es desquiciadamente rápida, el Mclaren P1 tiene una relación de apenas 0,647 HP de potencia por kilo. O sea, en cuanto a densidad de potencia, si podemos ponerle algún nombre, el One:1 gana por más de un 30%. Te imaginas quien gana en la carrera entre ambos hiperdeportivos entonces.
Koenigsegg indica que su One:1 está diseñado tanto para las rectas como para las curvas, gracias a un esforzado trabajo aerodinámico y de suspensiones. A 260 kilómetros por hora puede llegar a exigir 2G de fuerza en el cuello del conductor (o a esa altura mejor llamarlo piloto), con lo que el One:1 se vuelve un verdadero auto de carreras, no apto para cualquier persona, obviamente a esas velocidades.
Con una velocidad tope cercana a los 440 kilómetros por hora, el One:1 podría superar al Hennessey Venom GT como el auto de producción más rápido del mundo. En su último registro, Hennessey marcó una velocidad de 435,31 kilómetros por hora.