El piloto Carlo De Gavardo fallece a los 45 años tras sufrir un paro cardiorespiratorio

Son noticias que nunca queremos comunicar. Hoy nos deja un grande, el responsable de que conociéramos el rally crosscountry, uno de los artífices de que el Dakar se viniera a Sudamérica, el precursor de la gran camada de motociclistas de rally que tenemos en Chile. Hoy nos dejó el gran Carlo De Gavardo. Mientras entrenaba […]

Carlo De Gavardo

Son noticias que nunca queremos comunicar. Hoy nos deja un grande, el responsable de que conociéramos el rally crosscountry, uno de los artífices de que el Dakar se viniera a Sudamérica, el precursor de la gran camada de motociclistas de rally que tenemos en Chile. Hoy nos dejó el gran Carlo De Gavardo.

Mientras entrenaba en bicicleta por el fundo La Vacada junto a su hijo Tomás, Carlo De Gavardo sufrió un paro cardiorespiratorio que dejó con muy pocas opciones a los médicos del Hospital de Buin que lo atendieron. «Llegó prácticamente fallecido», señaló Sergio Aguilera, Director del Hospital de Buin.

Carlo De Gavardo participó en el Dakar 2012 con Miguel «Araña» Aranda como navegante, piloto que también falleció en similares circunstancias en marzo de este año.

El «Cóndor de Huelquén», quien cumpliría 46 años el próximo 14 de julio, comenzó su carrera deportiva en el Enduro donde logró nueve campeonatos nacionales para luego pasarse al rally croscountry donde en 1996 fue el primer chileno en completar el Rally Dakar cuando aún la prueba se desarrollaba en África y logró el tercer lugar de esta dura prueba el año 2001, mismo año en que se coronó campeón mundial de rally, hazaña que repitió al año siguiente.

Carlo no solo destacó por sus logros deportivos, sino también por ser una gran persona. En 1996 recibió el premio al Fair Play deportivo luego de ayudar al piloto mongol Shagdarsuren Erdenebileg quien durante una competencia sufrió una fuerte caída resultando en una hemiplejia irreversible. En esa oportunidad De Gavardo renunció al podio y arriesgó su vida metiéndose en sentido contrario a los vehículos para asistir al piloto y llamar una ambulancia.

Vuela alto Cóndor de Huelquén, gracias por todo lo que hiciste por el deporte motor nacional.
Te extrañaremos.

“Soy un amante de los autos casi por genética y con el tiempo he aprendido de mis amigos mecánicos a desenvolverme humildemente en el mundo de los fierros. En los autos encuentro el relajo y tranquilidad que a veces se pierde con la rutina del día a día”.