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Fórmula 1: Gran Premio de Estados Unidos de 2005
La del video de arriba. Inolvidable. Para mal. Una de las carreras de Fórmula 1 más polémicas de la historia moderna. La veloz pista de Indianapolis causó estragos a las gomas Michelin, que no estaban preparadas para las altas velocidades que se encontraban en el peralte de la última curva (la curva número 1 del óvalo). Michelin sugirió a sus equipos que completar una carrera con los neumáticos sería imposible. Más aún después de un violento choque de Ralf Schumacher por una explosión del neumático. Pudo haber habido soluciones al problema. El tema fue que sus rivales de Bridgestone, proveedora de tres escuderías en esa temporada, si estaban perfectamente adaptadas a Indianapolis y junto a la FIA, no aceptaron la instalación de una chicana o circular a menor velocidad por la zona peraltada por considerarlas injustas. La carrera entonces se programó tal cual como si nada hubiese pasado. Michelin y sus equipos decidieron no participar, pero para no ser penalizados, salieron a la grilla y dieron la vuelta previa, guardándose en pits antes de la largada. Solo seis autos tomaron la salida, todos con Bridgestone: Dos Ferrari, dos Jordan y dos Minardi. Michael Schumacher ganó la carrera, en un año muy difícil para Ferrari. La carrera fue una puñalada contra los fans estadounidenses de la F1, que respondieron dejando de ir a ver la máxima categoría a Indianapolis. Ouch.
NASCAR: Talladega 500 de 1969
La historia de Talladega 1969 es muy similar a la de Indianapolis en 2005, solo que en NASCAR. Bill France, el dueño y fundador de NASCAR había soñado por mucho tiempo con un óvalo más grande que Daytona, que él mismo había construido en 1959. Un óvalo más grande mostraría el poder y la velocidad de los Stock Cars como ninguna otra pista. France encontró una antigua base aérea abandonada en Talladega, Alabama. La compró y construyó un monstruo: 2,66 millas de longitud (4,28 kilómetros) y un impresionante peralte de 33°. La construcción del entonces Alabama International Motor Speedway terminó en 1968 y France puso una fecha de la Grand National Series (hoy Sprint Cup) en Septiembre de ese año en Talladega. Todo estuvo bien, hasta que llegaron a la pista, que con velocidades de hasta 280 kilómetros por hora de promedio destrozaban los neumáticos en menos de 10 vueltas. No hubo accidentes en la previa, pero si problemas en prácticas, lo que motivó a los pilotos pertenecientes a la Professional Driver Association (PDA) a retirarse de la carrera. La PDA estaba integrada por varias estrellas de NASCAR de los 60′, entre ellas Richard Petty, David Pearson, Bobby Allison, Donie Allison, Cale Yarborough y Charlie Glotzbach. Tomando autos de otras divisiones y sacando pilotos casi del público, France hizo la carrera el domingo en Talladega. Un desconocido, Richard Brickhouse, ganó la carrera. La competencia eso si, no se realizó en normalidad ya que NASCAR fue sacando banderas amarillas cada 10 vueltas para que los pilotos cambiaran los neumáticos y así no hubiera explosiones. Papelón para comenzar, pero Talladega igual se convertiría en un ícono de NASCAR en los años siguientes.

NASCAR: Brickyard 400 de 2008
Otra de NASCAR. Por alguna razón, Goodyear falló en la elección del compuesto para la Brickyard 400 en Indianapolis. Como había probado la Fórmula 1 en 2005, elegir el neumático para Indianapolis no es trivial. Hubo varios incidentes en las prácticas, pero NASCAR no cambió el compuesto, no había tiempo de hacerlo. Solamente hicieron una movida logística enorme para trasladar neumáticos extra para que los equipos pudieran cambiarlos más seguido, igual como se vivió en Talladega en 1969. La carrera estuvo llena de incidentes con los neumáticos en las primeras vueltas, lo que obligó a NASCAR a poner banderas amarillas cada 12 vueltas para que todos los autos pudieran parar y cambiar las explosivas gomas. Los neumáticos no cambiaron al ganador, eso si. Jimmie Johnson dominó esa Brickyard 400 para quedarse con la victoria, camino a su tercer título de Sprint Cup. Al igual como pasó en la Fórmula 1, el público de la Brickyard no perdonó a NASCAR y el interés por la carrera decayó de forma importante en Indianapolis.
Juan Pedro
3 julio 2013 at 17:22Interesante. No conocía la historia de Talladega.
Me acuerdo de ese vergonzoso día en Indianapolis. De todos los lugares donde puede pasar un desastre así, justo en Indy! Mal.
Matías
3 julio 2013 at 19:21Indy es especial hasta para los neumaticos…que gran pista que es
German Cortes
3 julio 2013 at 20:50creo que también hay que tomar en cuenta aquel incidente que tuvo Nigell Mansell en 1986 cuando una espectacular explosión del neumático trasero del Williams le termino dando el campeonato a Alain Prost
Cartelera Racing5: ¿Hungaroring o Brickyard? Elige tu veneno | Racing5
17 agosto 2013 at 0:17[…] Indianapolis es tierra de IndyCar, y esta competencia no es necesariamente bienvenida. Después del desastre de los neumáticos en 2008, el público en la Brickyard 400 ha disminuido de forma importante, pero la carrera sigue siendo de […]