Michelin estudia regreso a la Fórmula 1

«A río revuelto, ganancia de pescadores» versa el dicho popular que bien puede aplicarse al interés de Michelin por volver a la máxima categoría del automovilismo mundial luego de los bochornosos incidentes que sufriera Pirelli en el Gran Premio de Gran Bretaña donde 5 de sus neumáticos explotaron sin razón aparente. Obviamente los buenos resultados […]

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«A río revuelto, ganancia de pescadores» versa el dicho popular que bien puede aplicarse al interés de Michelin por volver a la máxima categoría del automovilismo mundial luego de los bochornosos incidentes que sufriera Pirelli en el Gran Premio de Gran Bretaña donde 5 de sus neumáticos explotaron sin razón aparente.

Obviamente los buenos resultados en temporadas pasadas del fabricante francés lo ponen en un posición de poder negociar su regreso a la Fórmula 1 por lo que si decidieran a volver pedirían algunos cambios en el reglamento como por ejemplo la dimensión de las ruedas.

«Nos gustaría sentarnos y realizar algunas sugerencias. Podemos proponer, por ejemplo, cambiar la dimensión de las ruedas de Fórmula 1. Hoy en día tenemos ruedas de 13 pulgadas, pero eso no nos interesa. En cambio, unas 18 pulgadas ya son otra cosa», manifestó Pascal Couasnon, jefe de competición de Michelin.

Couasnon comentó también sobre su interés por tener un planteamiento ecológico real en los compuestos utilizados en la Fórmula 1 criticando a los actuales compuestos que presentan poca durabilidad y altísima degradación.

«Un neumático que sólo dura siete vueltas es complicado que se le atribuya el término verde. Sólo estaríamos interesados si podemos tener regulaciones inteligentes respecto a los neumáticos. No es suficiente con regresar como el salvador de la F1. Si hay otra forma entonces, ¿por qué no?», concluye el francés.

Salvador de la F1 o no, eso será decisión del Tío Bernie y su equipo. Estará en los planes de otras marcas de neumáticos derrocar el monopolio de Pirelli en la categoría estrella del motorsport mundial?

“Soy un amante de los autos casi por genética y con el tiempo he aprendido de mis amigos mecánicos a desenvolverme humildemente en el mundo de los fierros. En los autos encuentro el relajo y tranquilidad que a veces se pierde con la rutina del día a día”.