Hacia un automovilismo más verde: el ejemplo de la American Le Mans Series
Cuando pensamos en automovilismo, pocas veces asociamos como el uso eficiente de los recursos que entrega el planeta como una de las características. Generalmente, los «detractores» de las disciplinas del automovilismo piensan que el motorsport es sinónimo de gasto innecesario de combustible y neumáticos, emisión alta de contaminantes al medio ambiente. Cada día que pasa, […]
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Probablemente, la categoría líder mundial en este aspecto es la American Le Mans Series, que desde el 2008 ha cambiado los objetivos de la serie, dictaminando que no solamente se debe ser rápido en la pista sino también eficiente. Tras el salto compartimos contigo este ejemplo, de tendencias probablemente verás replicadas en muchos lados (incluso en la F1 en el futuro próximo).
¿Cuál es el objetivo del automovilismo? El hecho de ver varios autos en una misma pista, no tiene por fin único la entretencion o la competencia. Por mas de 100 años, el motorsport ha servido como plataforma de desarrollo para las marcas de autos y proveedores relacionados como industria, para acelerar las mejoras y lograr vehículos más rápidos, no solo a través de mejoras en el motor, sino que también aerodinámicas, en control, computación y electrónica. Por otro lado, siempre se vio las carreras como una herramienta de marketing muy fuerte: ganas una carrera el domingo, y vendes más el lunes. Todo el mundo quiere subirse a un vehículo «ganador». Otro punto clave es educar e informar al consumidor y al público, ayudando a cambiar el paradigma hacia una conducción eficiente también en el «día a día». Los auspiciadores y partners también están interesados en la tecnología que es relevante para la industria automotriz del futuro.
Luego, es natural que si la industria automotriz se desea mover en una dirección hacia la elaboración de productos más eficientes, con menores emisiones, es claro que el automovilismo por ambas vías debe responder a estas necesidades y ayudar a impulsar el desarrollo tecnológico. Nada mejor que una competencia para llevar a los equipos de ingeniería y diseño al límite. Esto lo ha entendido la American Le Mans Series, la primera serie de automovilismo que ha sido aprobada por el Departamento de Energía de Estados Unidos y la Agencia de Protección del Medio Ambiente, por cumplir con los estandares y protocolos establecidos por ambas instituciones sobre lo que consideran «automovilismo verde».
Las iniciativas de la American Le Mans Series van en todos los aspectos posibles. En el aspecto de educación, la ALMS se ha asociado con la campaña «Go Green Auto Rally», que pretende hacer que los conductores aprendan que una conducción responsable comienza teniendo en cuenta los principios de seguridad, sustentabilidad y ahorro económico. En el marco de Go Green Auto Rally, gente común y corriente pudo conducir sus autos de calle en el circuito internacional de Sebring, luego de las prácticas de los prototipos y GT de la ALMS, intentando batir el rating de eficiencia en consumo logrado por el conocido Audi R15 TDi. Una tarea que resulta casi imposible lograr, porque los vehículos de la ALMS han sido diseñados con el objetivo de tener una combinación perfecta entre eficiencia y velocidad. Según el piloto Audi, ex-F1 y campeón de Le Mans, Allan McNish, «una importante parte del manejo verde es la consciencia. No solo se debe ser eficiente dentro de la pista, sino que también fuera de ella.»
Si, porque los equipos de la ALMS compiten en cada fecha, por el triunfo general o en sus categorias, pero también participan en el Michelin Green X-Challenge iniciado en 2009. El ganador de este premio en cada fecha, es el auto que durante la carrera logra la mejor performance en el resultado final y tiempo de vuelta, con la mayor eficiencia en consumo de combustible y el menor impacto al medio ambiente. La fórmula que calcula los puntajes utiliza estos tres parámetros para determinar el ganador. Puede sonar una trivialidad pero es un criterio que impulsa a los equipos a estirar el rendimiento y autonomía de sus vehículos, buscando obtener el premio en dinero y la prensa que logra el auto ganador del desafío de Michelin.
Los esfuerzos competitivos de la ALMS no terminan ahí. Todos los autos de todas las categorías utilizan en algún grado una mezcla de gasolina convencional y componentes orgánicos como combustible. El compuesto más utilizado es el etanol, que también es usado por otras categorías como la IndyCar Series y NASCAR, sin embargo, lo impresionante es la proporción utilizada, un 85% de la mezcla generada corresponde a etanol obtenido del maíz o azúcar. Esta combinación es la utilizada en la mayoría de los autos de la categoría GT incluyendo a los equipos de punta como son Risi Competizione, Corvette Racing y Flying Lizard Motorsports. En el caso del prototipo LMP1 Lola Mazda del equipo Dyson Racing, que obtuvo la pole-position en la última fecha de la ALMS en Long Beach, el combustible utilizado es isobutanol por segunda temporada consecutiva. El isobutanol es otro combustible alternativo que es considerado mejor que el etanol, debido a que tiene densidad de energía, octanaje y volatilidad mucho más parecidas a la gasolina convencional, lo que hace que no sea necesario mezclarlo con gasolina para obtener la performance deseada ni tampoco hace que se requieran cambios en los tanques de combustible y en los motores para ser utilizada.
En el aspecto de los neumáticos, los automóviles de la categoría GTC utilizan un compuesto especial desarrollado por Yokohama que utiliza una mezcla natural de caucho y aceite de naranja, en lugar de utilizar compuestos derivados del petróleo. Este interesante avance ha funcionado muy bien en los Porsche 911 que utiliza la categoría GTC, tanto así que Yokohama se ha convertido en proveedor de neumáticos de equipos de prototipos y GT, además de comenzar a comercializar el nuevo neumático con compuestos orgánicos. Entre las características de este producto que está en pleno desarrollo aún están la mejora del grip y agarre, lo que termina por traducirse en ahorro de combustible en autos de competición y de calle. «Es tan emocionante como extremadamente relevante. Los fanáticos pueden ver el futuro de la competición, justo por delante de sus ojos» según comenta el presidente de ALMS, Scott Atherton.
Fuera de la pista, la ALMS también ha realizado importantes acciones en búsqueda de reducir su consumo energético y contribuir al cuidado del medio-ambiente. El año pasado, IMSA, el órgano rector de la American Le Mans, traspasó todos los sistemas de timing & scoring a sistemas alimentados exclusivamente por energía solar. Este año, se ha reemplazado todos los generadores a gasolina, usualmente utilizados en las pistas, por generadores solares, para todo el sistema electrónico que acompaña una carrera de este tipo. En tanto, en conjunto con Coca Cola, han comenzado una agresiva campaña de reciclaje en cada pista visitada por las diferentes categorías de ALMS, incentivando al público a tomar conciencia de su consumo en los circuitos y tratar la basura de forma más ordenada y limpia.
Felipe Gana
Editor Área Motorsport Sigo el automovilismo desde los cuatro años. Es un deporte que nunca deja de sorprenderme, y que me gusta porque mezcla tanto la destreza y estrategia de los pilotos y equipos con la mecánica y tecnología de los automóviles. Me puedes encontrar en Twitter hablando sobre autos como @felipegana