Historia y nostalgia: Pasamos una hora con la BMW Motorrad R18

¿Sólo una hora? Sí, pero no es menor, porque esta moto no es para hacer volumen de ventas, sino para demostrar carácter y homenajear los cerca de 100 años de historia sobre dos ruedas de BMW. Las claves de la R18 están en los detalles, tanto técnicos como estéticos y funcionales. De partida, esta moto […]

¿Sólo una hora? Sí, pero no es menor, porque esta moto no es para hacer volumen de ventas, sino para demostrar carácter y homenajear los cerca de 100 años de historia sobre dos ruedas de BMW. Las claves de la R18 están en los detalles, tanto técnicos como estéticos y funcionales.

De partida, esta moto no es como nada que BMW Motorrad haga actualmente. Es cosa de dar los primeros pasos en el showroom: Uno se cruza con las motos de la serie Urban Mobility, eminentemente citadina, se asombra el tamaño de una GS de tomo y lomo e incluso desvía la mirada sobre alguna deportiva de la serie Sport, pero luego en el rincón Heritage, cerca de las RnineT, está la R18.

Larga, bastante larga, bajita y muy sorprendentemente ancha. Claro, son 1.802 centímetros cúbicos en dos cilindros bóxer que hacen notar su volumen hacia los costados. Tiene mucho cromo, mucho más de lo que se acostumbra a ver en BMW, especialmente porque esta es la primera cruiser del fabricante desde 2004.

A su lado descansaba una BMW R60/5 con un sidecar coetáneo, ambas luciendo la clásica pintura Blackstorm Black con líneas blancas pintadas a mano. Un estilo muy clásico que tiene origen en la R5, inspiración directa de la R18, pese a ser motos de dos conceptos diametralmente distintos.

Este, además, es un punto fundamental en la personalidad de esta cruiser, pues para BMW era indispensable ofrecer algo distinto a lo que ya ofrece Harley Davidson o Indian Motorcycle. Sin embargo, hay un sinfín de accesorios con los que personalizar la R18, algunos incluso diseñados en colaboración con Roland Sands Design, Mustang o Vance & Hines.

Aunque, francamente, no es que los accesorios sean necesarios para hacer que la R18 destaque. Su diseño está lleno de detalles: su arquitectura centrada en el Big Boxer, el cardán expuesto y cromado, el lema “Berlin built” (en español, “armada en Berlin”) del manillar, la austera instrumentación centrada en el velocímetro y un pequeño computador a bordo… todo suma a la personalidad nostálgica de esta moto.

“Unieron cosas bien entretenidas: la historia, el cuento, el diseño y la tecnología (…) Hay que pensar que nos vamos a subir a una moto de 350 kilos, entonces ¿Qué pusieron como tecnología? Tres modos de manejo, un modo para lluvia, un modo para pavimento y un modo más dinámico”, explica Andrés Jara, instructor de manejo de BMW Motorrad.

Por la misma razón que comenta Jara, BMW ofrece como opcional una marcha atrás para ayudar, por ejemplo, en pendientes. Sin embargo, esta tecnología moderna se “compensa” con toques de técnica nostálgica, como el sistema de refrigeración por aire asistido por un enfriador de aceite o el mismo cardán expuesto recién mencionado.

La sorpresa que se llevó BMW Motorrad ha sido la buena recepción de la R18, pues en Chile ya han vendido 10 unidades en cosa de 10 días. De todas formas, la marca asegurará la exclusividad de esta moto mediante el ritmo de producción.

Soy un tipo sencillo. Cuando chico me picó el bichito de la pasión por los autos y los síntomas todavía no se me pasan. Los efectos secundarios me llevaron a estudiar periodismo. Hoy estoy acá para entregarme a quienes leen a la naranja.