Hyundai Prophecy EV Concept, tentando la conducción autónoma deportiva del futuro

¿Es posible que un auto deportivo sea de conducción autónoma? Se preguntan algunos en la industria automotriz. Los autos deportivos eléctricos ya son una realidad, pero a la conducción autónoma como tal todavía le falta un tiempo. El Prophecy EV Concept, sin embargo, podría ser la respuesta de Hyundai a este enigma a futuro. Este […]

¿Es posible que un auto deportivo sea de conducción autónoma? Se preguntan algunos en la industria automotriz. Los autos deportivos eléctricos ya son una realidad, pero a la conducción autónoma como tal todavía le falta un tiempo. El Prophecy EV Concept, sin embargo, podría ser la respuesta de Hyundai a este enigma a futuro.

Este es el segundo prototipo en encarnar la filosofía Sensuous Sportiness que presentó el Hyundai 45 EV Concept, aquel hatchback compacto que revivió la identidad del Hyundai Pony de los 70s y 80s. Este concepto de diseño -que significa “deportividad sensual”– tiene por objetivo “forjar una conexión emocional entre los humanos y los automóviles”, dice SangYup Lee, director del Centro de Diseño Global de Hyundai.

Esculpido como el agua erosiona una piedra

No lo decimos nosotros, sino que así lo pensaron en Hyundai cuando se diseñó el Prophecy EV Concept. Muy opuesto a lo que se ve en el 45 EV Concept, este sedán deportivo prescinde de nervios en sus paneles exteriores. Las líneas son completamente fluidas y efectivamente recuerdan a una piedra ónix negra erosionada por el agua calcárea.

La plataforma pensada específicamente para autos eléctricos permite que la distancia entre ejes sea extendida y las ruedas queden más cercanas a los extremos del auto, lo que mejora la estabilidad a altas velocidades. En consonancia con ese propósito se implementó un alerón trasero de gran tamaño, que es uno de los pocos elementos que quiebran la continuidad de las líneas del Prophecy EV.

Hyundai quería que el diseño orgánico de este eléctrico tuviese un carácter atemporal. De hecho, este conceptual es bastante contemporáneo comparado con la propuesta de Renault en el Morphoz Concept. Podrían incluso encontrarse similitudes con el Porsche Taycan, el sedán deportivo cien por ciento eléctrico del fabricante de Stuttgart.

En el interior destaca una característica más que todas las demás: no hay volante. ¿Cómo se maneja, entonces? En el reposabrazos central y el de la puerta del o la conductora emergen dos joysticks, muy al estilo de los controladores de algunos videojuegos. Toma un rol fundamental la conducción autónoma de nivel 4, es decir, se puede conducir automáticamente, pero se necesita de alguien que pueda intervenir ante cualquier eventualidad.

Este nivel de automatización se espera que se implemente antes de 2030, lo que es una señal de la proyección a corto plazo de este auto conceptual. Todo este concepto de diseño interior recuerda al Mercedes-Benz F200 conceptual de 1996, que aplicaba básicamente la misma arquitectura interior, pero con el lenguaje de diseño de Mercedes-Benz en aquellos años.

Entre ambos pilares A se despone una pantalla en el salpicadero, además de una gran pantalla frente al asiento de quien conduce. Distintos paneles iluminados generan un ambiente que envuelve a los ocupantes. La materialidad se concentra en textiles, incluyendo una alfombra de fieltro en base a lana en el suelo. La iluminación ambiental en el piso busca emular los efectos de los hilos de agua que generan las líneas en las piedras preciosas.

Un poco de pasado, presente y futuro

El resultado del Prophecy EV Concept es una apuesta para entrar en el juego que hoy vive la industria automotriz en torno a la electromovilidad y la conducción autónoma. Hoy estamos en el nivel 3 de automatización y el nivel 4 se ve a la vuelta de la esquina.

Ese es el escenario que este auto conceptual afronta y por lo tanto puede que los que estén más familiarizados con las últimas tecnologías de la automoción vean al Prophecy EV Concept casi como un ejercicio de retrofuturismo contemporáneo. Sea como sea, estas son grandes luces para el futuro próximo de Hyundai.

Soy un tipo sencillo. Cuando chico me picó el bichito de la pasión por los autos y los síntomas todavía no se me pasan. Los efectos secundarios me llevaron a estudiar periodismo. Hoy estoy acá para entregarme a quienes leen a la naranja.