[Test Drive] Suzuki Swift 1.0 GLX, el compañero ideal

Es sin duda uno de los íconos hatchback que circula por nuestro país y que incluso lo llevó a ganarse el premio del «Auto de la Década», se trata del Swift de Suzuki al que le pusimos nuestras manos encima en su versión más revolucionaria en cuanto a motorización, pues monta un bloque de 1000 […]

Es sin duda uno de los íconos hatchback que circula por nuestro país y que incluso lo llevó a ganarse el premio del «Auto de la Década», se trata del Swift de Suzuki al que le pusimos nuestras manos encima en su versión más revolucionaria en cuanto a motorización, pues monta un bloque de 1000 cc. Lento? Aburrido? Para nada!

Es un auto bastante rico, es un hatchback de tomo y lomo. Es un auto pequeño que no ha sufrido mutaciones ni «elefantismos» como sucede en otros modelos y además reduce su motor que se presenta en una configuración de 1.0 litros de tres cilindros asociado a una transmisión mecánica de 5 velocidades que lo hace una auto bastante ágil que se mueve en un régimen bastante holgado de revoluciones y que además logra muy buenos números en cuanto a rendimiento se refiere homologando en ciudad 16,6 km/l y 24,8 km/l en carretera lo que otorga un rendimiento promedio de 21 km/l. Nada mal para un auto que es capaz de generar un potencia de 110 caballos de fuerza a las 5500 rpm con un torque de 170 Nm entre las 2000 y 3500 vueltas.

A ratos, al estar detenidos, se percibe la vibración característica de un motor de tres cilindros por el desbalance propio de sus cilindros impares, pero no es algo que moleste sobremanera y que se hace costumbre a poco andar.

Es fácil y suave de manejar, cómodo y de gran confort interior. Su tapicería tiene un diseño bastante atractivo y juvenil con algunos insertos en plástico blanco que le otorga una actitud especial. Se echa de menos un techo panorámico que permita iluminar un poco más el interior y que además podría realzar su carrocería bicolor con techo negro como la de nuestra unidad de prueba.

Sus espejos de la misma pintura del techo destacan por sus luces intermitentes incorporadas, incorpora además iluminación diurna LED y buen equipamiento de seguridad que incluye sistema inmovilizador antirrobo, sistema de frenos con ABS + EBD + BAS, cinturones traseros de tres puntas incluyendo el asiento central y anclaje ISOFIX para sillas infantiles.

La interfaz multimedia quizás queda un tanto al debe pues a pesar de contar con una pantalla táctil de buena resolución y conectividad que incluye sistema GPS, no cuenta con un sonido óptimo sobretodo con los bajos a pesar de intentar ecualizarlos. Un detalle importante para un modelo cuyo principal público es el segmento juvenil.

Su espacio de carga es bastante generoso y sus plazas traseras tienen un buen espacio para las piernas, lo que lo hace un automóvil bastante apto para viajes con grupo de amigos o familia quizás, pues no castiga a los ocupantes del asiento trasero y además tiene un correcto espacio de carga en su maletero de 242 litros.

En el exterior se ve un automóvil bastante proporcionado de modernas líneas de diseño que al poco tiempo de ser presentado en nuestro país ya se hace habitual, dejando la generación anterior con un look «anticuado», señal clara que el nuevo diseño del Swift apunta hacia el futuro.

Su frontal es agresivo con una generosa parrilla frontal que alberga el espacio para la patente delantera, todo montado en el parachoques que en su parte baja incorpora los neblineros y un sutil lip inferior que agrega mayor deportividad al conjunto.

La proyección de su capot hace que destaque la proporción de su habitáculo dando una sensación de robustez y aplomo, con un parabrisas un tanto más inclinado que su generación anterior, logrando un mayor coeficiente aerodinámico. Sus ventanas laterales disminuyen en tamaño hacia la zaga generando una línea de cintura ascendente que guía la mirada hacia la interesante solución de diseño para la apertura de las puertas traseras que oculta su manilla en un detalle negro que funciona como fusión entre el techo y la luneta trasera.

En la parte posterior podemos observar un diseño que luce bastante ancho y deportivo con un parachoques que dispone del espacio para la patente trasera y un detalle central inferior que simula una espacie de salida de escape mientras la real no se encuentra a la vista.

El Suzuki Swift con motor 1.0 litros en su versión bicolor como la unidad probada para esta nota, tiene un precio de lista de $10.990.000 con un bono de marca que lo deja en $10.390.000 a lo que se le pueden sumar bonos por financiamiento.

En resumen, el Suzuki Swift se plantea como un excelente compañero para jóvenes que quieran moverse en el día a día y que el fin de semana se vayan de viaje corto con sus amigos sin gastar demasiado en combustible. También es una muy buena alternativa para familias jóvenes con niños pequeños gracias a sus anclajes ISOFIX en las plazas traseras y buen espacio.

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“Soy un amante de los autos casi por genética y con el tiempo he aprendido de mis amigos mecánicos a desenvolverme humildemente en el mundo de los fierros. En los autos encuentro el relajo y tranquilidad que a veces se pierde con la rutina del día a día”.