[Test Drive] BMW M235i, 326 caballos de pura emoción

Ya gustaba desde que se denominada simplemente Serie 1 Coupé, hoy con nomenclatura propia el Serie 2 continúa atrayendo miradas, sobretodo en su versión más condimentada, el M235i que se presenta con 326 caballos de pura emoción.

Ojo, no es un M2 como muchos lo denominan, pues este se encuentra aún en producción. Se trata del Serie 2 con paquete M que le otorga bastantes mejoras tanto en su carreocería como motorización.

Exterior

Sin duda el M235i es un BMW por donde se le mire, incorporando lo mejor de cada uno de los modelos que conocemos.

Deja atrás el frontal de débil diseño del M135i y se muestra robusto, agresivo y con esa cara de niño malo que intimida a cualquiera. Probablemente no sea el auto con más pinta de deportivo, pero eso es bueno cuando se está detrás del volante de un BMW, saber que hay potencia suficiente, pero sin alardear de aquello.

Quizás peca un tanto en hacer alarde eso si de ser un M, pues presenta nada menos que once -si once!- emblemas «M» en la parte exterior del auto: Uno en cada llanta, uno en cada caliper, un en cada tapabarros delantero y uno en el maletero. A nosotros con el de atrás ya nos había quedado claro que era un M.

Su capot alargado, su habitáculo retrasado, su línea de cintura, sus llantas, su cola…si, el BMW M235i es sexy por donde se le mire. Le damos un 10/10. -No le cobramos el exceso de «emes», porque igual nos gusta que sea un M-.

Interior

Después de ver el M235i desde el exterior, ver su look agresivo y sabiendo que las «emes» de su carrocería no son solo de adorno, entramos al M235i con ciertas expectativas de encontrar un ambiente deportivo, sin embargo nos damos cuenta que una vez más BMW mantuvo su perfil clásico que hace ya un buen tiempo venimos criticándole a la marca. Falta que alguien despeine un poco a BMW.

Está bien, se trata de una marca tradicional y elegante, pero un M es un M y echamos de menos unas butacas más deportivas, un panel de instrumentos con más relojes para monitorear el estado de nuestro auto, etc.

Si con las once «emes» de la carrocería no alcanzamos a darnos cuenta que era un M, dentro nos encontramos con 4 más. Borde inferior de las puertas, volante y tablero. No será mucho?.

Nos llamó también la atención que la butaca -al menos la del conductor- careciera de reglajes eléctricos. Solo presenta esta característica para el ajuste lateral, el que se agradece bastante a la hora de girar en curvas a alta velocidad y que hace que la butaca «se infle» para abrazar al conductor y mantenerlo en el centro de ella. Los demás ajustes dependen de movimientos mecánicos, los que parecen un tanto ajenos al precio del modelo y la elegancia presentada en el contexto general.

Todo lo demás muy bien proporcionado y con el espíritu BMW, nuevamente hacemos hincapié en lo espartano del panel de instrumentos con sus relojes carentes de profundidad, pero a pesar de haber dado prácticamente esta batalla por perdida nos sorprendemos gratamente al encontrarnos con un display digital que simula continuar el tacómetro en su zona inferior mostrando información del programa EfficientDynamics que propicia un mayor ahorro de combustible. Al parecer la batalla no la tenemos tan perdida.

Por la falta de riesgos y mayor espíritu deportivo le damos un 8/10.

Tren Motriz

Al abrir el capot nos encontramos con una sorpresa: Una M! Si, la número dieciseis, que descansa sobre un motor de seis cilindros en línea de 3 litros con turbocargador TwinScroll asociado a una transmisión automática de 8 velocidades con opción secuencial con paddle shifts al volante capaz de desarrollar una potencia de 326 caballos de fuerza directamente a las ruedas traseras, lo que le permite alcanzar los 100 km/h desde cero en nada menos que 4,5 segundos.

Speechless, 10/10.

Sensación de Manejo

326 caballos de fuerza en un tracción trasera no son cualquier cosa y cuando nos ponemos al mando de un ejemplar de estas características queremos que «corra como el viento» tal como Woody le pedía a Tiro al Blanco en Toy Story. Si, somos unos niños con juguetes grandes.

Definitivamente este «Tiro al Blanco» le da justamente al blanco. Acelera como un «M» de tomo y lomo. «Qué tiene caja automática» dirán algunos, pero cuando en su modo secuencial permite llegar al corte de inyección y al requerirlo nos permite bajar las marchas la caja mecánica pasa al olvido.

Presenta cuatro modos de conducción: Eco Pro, Comfort, Sport y Sport+. En el primero hay que reconocer que se siente un tanto torpe en las aceleraciones y restringido en velocidades constantes, pero logra su objetivo que es ahorrar combustible.

En el modo Comfort muestra su verdadera cara, la de un automóvil de muy buen andar y de consumo que duele un poco con los precios actuales de los combustibles.

El modo Sport despierta a la bestia y nos hace olvidar que la gasolina no brota naturalmente de vertientes. Consume, pero a esas alturas da lo mismo. La sonrisa que comienza a dibujarse en nuestros rostros lo paga todo.

Finalmente en el modo Sport+, modo en el cual giramos en el autódromo de la Villa Olímpica de Quilpué, descubrimos un automóvil ágil, potente y por sobretodo despierto. Acelera, dobla, baja marchas y frena exactamente cuando nosotros queremos. Y si queremos llevarlo de cola, también responde. 10/10

Maniobrabilidad

Es quizás «nervioso» en la cuidad cuando el pavimento presenta irregularidades, debido a su suspensión de carácter más deportivo, pero tuvimos la oportunidad de probarlo en el Autódromo de la Villa Olímpica de Quilpué y todas nuestras posibles dudas sobre su comportamiento se esfumaron en los poco más de cuarenta segundos que demoramos en dar una vuelta en el asfalto de la quinta región.

Se mueve exquisito, dobla y va donde queremos que vaya, copia excelentemente la pista y eso se agradece un un vehículo de tracción trasera con tantos caballos a la rueda.

En algún momento pensamos en algunos posibles problemas de maniobrabilidad por una pequeñísima falta de grip del volante que probablemente sea demasiado suave en su tapiz, pero al momento de manejarlo concentrado en pista esa falta de grip no se siente para nada.

En curvas a altas velocidades se va lo justo de cola como para lograr una vuelta rápida sin salirse del trazado y aprovechando bien toda la pista. Le damos un merecido 10/10.

Seguridad

Partamos de la base que un BMW no deja al azar el tema de la seguridad y ofrece todos los sistemas disponibles para una seguridad activa y pasiva. Desde sistemas de deformación programada en caso de colisión hasta múltiples bolsas de aire por todo el habitáculo a fin de proteger a conductor y pasajeros.

Pero todo sistema de seguridad no serviría de nada si es que el modelo en cuestión no diera la sensación de seguridad y el M235i la otorga completamente.

Se siente un auto robusto, que acoge en su habitáculo y en ningún caso hace poner en duda la seguridad al abordarlo.

En el M135i criticamos la falta de rueda de repuesto. No por la carencia de este elemento que en muchos casos se omite, sino por montar neumáticos convencionales y no run flat. Ese problema ha sido resuelto en el M235i montando unos Bridgestone Potenza run flat en 18″.

Le damos el punto que le faltó a su hermano menor y obtiene un 10/10.

Terminaciones

Si pensamos en el valor de cada peso que cuesta este automóvil, probablemente recordemos la falta de butacas con reglajes eléctricos, mayor agresividad en el diseño interior o un simple sistema de abatimiento eléctrico de los espejos retrovisores. Detalles que están ausentes en el M235i, por ello se lleva un 8/10.

Audio

Se escucha bien, pero no fenomenal. Para lograr buena calidad de sonido es necesario meter mano en su configuración y pasar más bajos del punto medio determinado por el fabricante, señal de carencia de potencia.

El sistema multimedia es apropiado permitiendo conectar prácticamente cualquier fuente de sonido al audio del automóvil. Si se está acostumbrado al joystick característico de BMW se puede manejar todo con bastante facilidad.

Un detalle curioso es la amplificación del sonido del escape a través de los parlantes para dar una sensación de mayor deportividad. Bueno para la sensación, malo por el fake de escuchar lo que realmente no es. 9/10

Gadgets

No es que no tenga, pero quizás el BMW M235i tiene lo justo para un automóvil de su categoría. Sistema multimedia con pantalla de 10″ que incorpora radio, conexión con smartphone vía bluetooth, manos libres y navegación satelital, la que funciona de maravillas con solo asignarle la dirección de destino.

Uno de los gadgets más llamativos dentro del sistema multimedia es la función de «Indicadores Deportivos» donde se despliegan dos relojes de look análogo que muestran información de la potencia y torque utilizados en tiempo real.

Sin embargo creemos un pecado capital que el M235i no incluya ni el más mínimo testigo -y menos un reloj como se usaba antaño- para indicar la temperatura del motor. Por lo menos un indicador que nos diga cuando la bestia aún está fría y somnolienta y se resentirá si le exigimos potencia de la de verdad. Un automóvil con características deportivas debiese ofrecer al conductor la mayor cantidad de información del estado del vehículo, por lo que la maravilla de los indicadores deportivos se queda corta de relojes.

Otro feature interesante del BMW M235i es su función Launch Control que permite largadas desde cero en el punto óptimo de revoluciones, prácticamente sin rolling ni pérdida de potencia. El manual indica que esta función debe usarse con el motor en la temperatura adecuada y con un tiempo prudente de «descanso» entre partida y partida. Nuevamente volvemos al tema de los indicadores deportivos, pues nadie lee el manual completo y «tiempo prudente» es demasiado relativo.

Cumple con lo que se espera de un automóvil de esta categoría, pero esperábamos más, 8
/10.

Valor

Partamos por el principio. El BMW M235i tiene un precio de lista de CLP$33.900.000. Mucho? Poco? En realidad lo justo para un automóvil de las prestaciones de este y la marca que tiene detrás.

Ahora bien, para tener un M235i no solo debes pensar en ahorrar el valor del auto, sino que debes tener en cuenta que no es barato de mantener. No solo por sus mantenciones, sino porque además su nivel de consumo bastante elevado, pues a pesar de que homologue un rendimiento en ciudad de 9,7 km/lt es bien difícil que logre esa cifra dada la facilidad para caer en la tentación de pisarlo un poquito más de lo estrictamente necesario para avanzar.

Es un automóvil que vale cada peso, que quizás se quede corto en uno que otro detalle o accesorio, pero que a la postre calza muy bien con el perfil del cliente. Le asignamos un 9/10.

Etiqueta de Eficiencia Energética

Datos extraídos de la Etiqueta de Eficiencia Energética del Ministerio de Energía, Transportes y Telecomunicaciones y Medio Ambiente, homologados por la 3CV.

• Transmisión: Automática
• Tracción: 4×2 (Trasera)
• Combustible: Gasolina
• Cilindrada: 3.000 cc
• Norma: Euro V
• CO2: 176 gr/km
• Rendimiento Ciudad: 9,7 km/l
• Rendimiento Carretera: 16,9 km/l
• Rendimiento Mixto: 13,2 km/l

Calificaciones

• Exterior: 10/10
• Interior: 8/10
• Tren motriz: 10/10
• Sensación de manejo: 10/10
• Maniobrabilidad: 10/10
• Seguridad: 10/10
• Terminaciones: 8/10
• Audio: 9/10
• Gadgets: 8/10
• Valor: 9/10
• Total: 92/100