Caterham Cars, ya comienza a ver los frutos de que Tony Fernandes, el millonario malayo, que empezó en la industria musical y luego se hiciese millonario con una línea aérea, haya adquirido la marca hace algunos meses con el fin de seguir siendo la piedra en el zapato de la empresa que hizo que Caterham se hiciese famosa al fin y al cabo. En fin, acaba de anunciar que fundó una empresa aparte que se dedicará a la ingeniería y cuyo enfoque será producir una nueva línea de autos deportivos de costo «asequible». Más luego del salto.
La nueva empresa, llamada CTI, (ninguna relación con la fábrica chilena de electrodomésticos que Electrolux compró hace poco), será responsable de desarrollar una nueve línea de vehículos para las masas, inspirada en la filosofía minimalista del Seven y aprovechando la tecnología y los materiales avanzados de los equipos Team Lotus Formula One y Caterham Team AirAsia GP2. Además de esto, llevará a cabo proyectos de ingeniería avanzados para empresas externas dentro de los sectores de la automoción y aeroespacial. El nuevo negocio se concentrará en arquitecturas exclusivas para autos, motores de alto rendimiento, materiales avanzados y tecnologías de fabricación.
Como el señor Fernandes no tiene problemas en copiar un modelo exitoso, trajo como director de la división de Automoviles de Calle a Tony Shute, que fue el responsable de llevar al mercado adivinen que auto… si, el Lotus Elise Serie 1, el salvador de esa empresa. Y como el mundo es un pañuelo, CTI tendrá sus oficinas en Norfolk, igual que… si Lotus.
Mejor veamos la parte linda de Caterham.
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(Gracias a la BBC por el video)
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