El bus eléctrico K9 de BYD superó exitosamente sus pruebas de performance en Uruguay

En julio del año pasado, el bus eléctrico K9 de BYD hizo una parada en Uruguay, donde el presidente Pepe Mujica se mostró bastante contento con ser los pioneros en concesionar una red de transporte público con energía eléctrica. Con ya tiempo transcurrido desde esa primera reunión, se realizó la primera experiencia piloto del funcionamiento de estas maquinas hace muy poco.

Esta fue organizada por la empresa de energía eléctrica UTE, en cuatro líneas urbanas de la ciudad de Montevideo: las líneas D10 (Ciudad Vieja-Parque Roosevelt), 370 (Portones-Playa del Cerro), D1 (Ciudad Vieja-Carrasco) y 145 (Plaza España-Complejo América) con una carga de 2.500 kilos (entre pesas y barras de acero) para simular las condiciones de funcionamiento de un bus lleno de pasajeros.

La prueba de fuego para el K9 era la del 145, puesto que su recorrido era el más largo: 63 kilómetros en total. El primer tramo, de un destino a otro, consumió el 15% de la batería. En el retorno se gastó otro 13%. Samuel Dresel, representante de BYD, calificó como “muy bueno” ese rendimiento y estimó que sería suficiente para cubrir cuatro tramos diarios sin recargar la batería.

Sorprendió con sus 250 kilómetros de autonomía y un consumo de 1 Kilowatt/hora por kilómetro, especialmente durante el viaje ida y vuelta del 370, que fue de 50 kilómetros y tardó 3 horas 20 minutos. La autonomía del K9 permite cubrir cinco de esos trayectos diarios sin recargar las baterías.

El objetivo a futuro es la incorporación de buses eléctricos a la flota de las empresas de transporte público de Montevideo, a modo de reducir el consumo de combustibles fósiles y evitar la generación de gases de efecto invernadero.

Otras ventajas del K9 son que al no tener motor convencional, es más silencioso, disminuyendo los indices de contaminación acústica y mejorando la calidad de vida. Por el lado practico, resulta más económico de mantener, ya que no necesita cambios de fluido. Por otro lado, la vida útil de un bus común es de 16 años. En ese tiempo, la batería de un K9 solo consumió el 20% de su potencial.

“Uruguay es pionero en la región al probar esta tecnología”, afirmó Dresel. Aunque la modalidad eléctrica en el transporte público está extendida en Europa, en América Latina el uso de buses y taxis se limita a experiencias piloto en Chile, Colombia y Brasil. En Colombia, por ejemplo, funcionan 25 taxis eléctricos BYD e6.

Su futura implementación como parte del transporte público de la capital queda supeditada finalmente a trámites comerciales que se exigen en estos casos.