Miguel Aranda, el Viñamarino en el Dakar

El día a día del Dakar, también lo vive un cercano al autodromo de Quilpue Villa Olímpica, es que el piloto de la categoria Lada Samara, y con gran curriculum en 4×4 y competencias similares. “Me llamaron porque tengo harta experiencia, pero la dupla con Alejandro se formó por casualidad. Pasó que a un rally […]

El día a día del Dakar, también lo vive un cercano al autodromo de Quilpue Villa Olímpica, es que el piloto de la categoria Lada Samara, y con gran curriculum en 4×4 y competencias similares. “Me llamaron porque tengo harta experiencia, pero la dupla con Alejandro se formó por casualidad. Pasó que a un rally en La Serena él llegó sin navegante y yo sin piloto, nos juntamos, funcionamos bien y tiempo después me llamó para ofrecerme este proyecto”, resume “Araña”, como es conocido en el circuito nacional de rally cross country el piloto y navegante Miguel Angel Aranda.

Briones corrió en la versión 2009 del Dakar en camioneta y aunque se retiró en las primera etapas por problemas en el motor, “la organización le permitió seguir en la caravana como expedición, entonces igual hizo todo el recorrido y ya me contó lo duro que va a ser, que es cierto que es tanto o más difícil que cuando la carrera se hacía en África”.

Aranda siempre ha sido fanático del automovilismo. Es de aquellos que llaman “bichos” a sus vehículos, los que arma y desarma como si fuera lo más fácil del mundo. “Siempre he tenido alma de piloto”, dice antes de enumerar su experiencia en el mundo tuerca.
“Partí con el jeepeo, en competencias cortas que se hacían en los raids, luego pasé al rally cross country y después por un tema económico dejé de ser piloto y me convertí en navegante. También competí en el Rally Desafío y corrí en el campeonato de velocidad del club Quilpué. Mi primera competencia internacional fue el 2007, cuando con mi amigo argentino Claudio Sampieri fuimos al rally Patagonia-Atacama, pero el sueño nuestro fue siempre el Dakar”, confiesa.

De hecho, este año ambos estuvieron muy cerca de competir en el Dakar, pero el piloto trasandino tuvo que retirarse por problemas de salud a dos semanas del inicio. “Él estuvo a punto de morir y yo quedé haciendo pucheros porque pensé que no íbamos a tener otra oportunidad”.

Sólo imagíneselo. La cabina del camión está a 2,5 metros del suelo. La vista panorámica es insuperable, pero cualquier hoyo en la ruta puede transformarse en un salto al vacío. Sobre todo si va a alta velocidad y en medio del desierto. También puede ocurrir que de improviso aparezca una moto, un auto u otro camión. Y desde esa altura debe maniobrar para que la pesada máquina reaccione y evitar un choque que puede ser fatal. Y todo eso sin disminuir la velocidad, claro, porque está en plena competencia. Está en el rally Dakar 2010.
La escena puede ser terrorífica para unos y emocionante para otros, pero sólo un piloto de la V Región la vivirá en carne propia para contar después qué se siente estar ahí. El viñamarino Miguel Ángel Aranda será navegante de Alejandro Briones en uno de los dos únicos camiones chilenos inscritos en la prueba que por segundo año consecutivo se disputará entre Chile y Argentina.

Fotógrafo Racing5 “Cambié los aviones por los autos a los 6 años; me di cuenta que sería más fácil obtener mi licencia Clase B, que de piloto de combate. Luego, el fanatismo fue cosa de segundos”