Nos dejó en Enero: el legendario piloto y fundador de Momo, Giampiero Moretti, murió a los 71 años

Durante el mes pasado hemos tenido que decir adiós a un grande del motorsport, no quizás por su número de carreras ganadas, sus poles o sus autos, sino que por su entrega, su legado y su carisma. Giampiero Moretti, el fundador de la legendaria compañía de productos motorsport Momo, nos deja a los 71 años […]

Moretti fue uno de los últimos corredores de la vieja escuela, a lo caballero, a la antigua. En la foto, junto a uno de sus más grandes amigos, Piero Lardi Ferrari, más conocido como Piero Ferrari, el único hijo vivo de Enzo (Imagen: Paolo D’Alessio, Sport Car Digest)

Durante el mes pasado hemos tenido que decir adiós a un grande del motorsport, no quizás por su número de carreras ganadas, sus poles o sus autos, sino que por su entrega, su legado y su carisma. Giampiero Moretti, el fundador de la legendaria compañía de productos motorsport Momo, nos deja a los 71 años en Milán, tras una ardua lucha contra una enfermedad que llevaba consigo.

Giampiero es recordado como un corredor apasionado, que después de perseguir durante 15 intentos el trofeo del ganador en las 24 Horas de Daytona, justo el año que dejaría la competición -1998-, se llevaría el primer lugar, en la que probablemente sea una de las carreras más memorables que recuerden muchos de los pilotos, comisarios y espectadores de dicha fecha. Claro que esta victoria es solo una parte de las tantas anécdotas que Giampiero vivió durante su vida, recuento que realizaremos a continuación en Racing5.

El primer volante Momo montado en una Ferrari, la 158 F1 de John Surtees, quien gano el campeonato de 1964. Este sería el primer volante de cuero instalado en una Ferrari. (Imagen: Grand Prix Photo)

La carrera de Moretti como piloto comenzó en 1961, al volante de un Lancia Appia Zagato participando en carreras de ascenso y en pista, mientras estudiaba Ciencias Políticas en la Universidad de Pavia. Su excelente nivel de conducción llamó la atención del constructor Giotto Bizzarrini, quien lo solicitó para correr en su equipo, sin embargo las relaciones no llegaron a buen puerto.

Moretti entre sus victorias y su fama, tiene el honor de ser el fundador de una de las compañías más reconocidas en cuanto a piezas y elementos de competición, aunque el prestigio de Momo comenzó con el afán de Moretti por lograr su independencia económica armando volantes deportivos en un taller, siempre pensando en hacer de los volantes algo más ergonómico y cómodo, con mejor grip y menor tamaño.

En 1964, el éxito de sus volantes llegó a Maranello. Enzo Ferrari, un hombre muy tradicional, jamás pensó siquiera en cambiar los volantes ingleses de madera que llevaban sus monoplazas, pero fue convencido por Eugenio Dragoni, en ese tiempo Director Deportivo. Así fue como el mismísimo Enzo, le encargó personalmente un volante de cuero para la 158 F1 que pilotaría John Surtees. El volante fue un éxito y más aun después de que Surtees ganara el campeonato de 1964 con el dichoso volante.

Así fue como en 1966 el negocio de Moretti paso a llamarse Momo (Moretti-Monza) y Enzo lo llamó «proveedor oficial» de los volantes que llevarían desde ese entonces las Ferrari. Además que si es producto nacional, que mejor. En este periodo fue que consolidó una gran amistad con el hijo de Enzo, Piero Lardi Ferrari.

La primera Ferrari con la que Moretti competiría, la 512S. Como siempre, llevando el #30. (Imagen: Paolo D’Alessio, Sport Car Digest)

En 1970, el sueño de Moretti de competir con una Ferrari se cumpliría, cuando la Scuderia comenzara el trabajo en la 512S para participar de la World Sportcar Championship. En una movida prácticamente improvisada, Moretti se llevó una de las Ferrari para competir en las 24 Horas de Daytona junto a su amigo Corrado Manfredini. La aventura lógicamente terminó casi al principio de la carrera por fallas de suspensión, problemas que hicieron que el equipo desistiera de correr en Sebring y Brands Hatch, para lograr preparar el auto para Monza.

Como si la vida no quisiese que Moretti corriera, durante las pruebas, la Ferrari como suele suceder se incendió. Con la ayuda de la Scuderia Picchio, el prototipo quedo arreglado y lograron un noveno lugar muy meritorio para todos los problemas que habían sufrido.

Moretti continuaría corriendo, esta vez en las 24 Horas de Le Mans, donde solo duraron 180 minutos debido a problemas de transmisión. Sin embargo su primera victoria internacional llegó en Septiembre, llevándose el primer lugar en las 200 Millas de Fuji.

En 1971, Moretti dejó de participar en algunas carreras, pero se mantuvo al volante de una Ferrari, en esta ocasión la 512M, junto a su compañero Herbert Müller. Mas tarde decidiría incursionar en la construcción de vehículos de pista, pero con poco éxito. Fue así como cambio su fiel cavallino por un Porsche 911 con el que gano el titulo Italiano en el Grupo 4 antes de migrar a los Estados Unidos. Alli permaneció corriendo en la serie IMSA con un Porsche 935s, haciéndose conocido por los colores rojo y amarillo de su equipo, inspirados en los colores de Ferrari. Aunque su auto no fuese el mejor, no había quien no fuera a los pits o al motor home de Momo a comer o a compartir con el equipo y con Giampiero. Eran los más queridos.

«En aquellos dias nada se planeaba y no habían reuniones de mesa. Todo sucedia de manera natural. Si Paul Newman se sentaba a comer un plato de spaghetti en tu motor home era porque para el era un placer compartir con nosotros y no porque habia sido invitado o peor, porque habia sido pagado por un auspiciador. Eran otros tiempos… menos tecnologia, menos profesionalismo quizás, pero con un ambiente más real con conversaciones más autenticas.» relató Moretti en Mayo del 2011 en una extensa entrevista realizada por el sitio Sport Car Digest.

Giampiero Moretti junto a su novia de 1981, la bellisima y envidiada Dorothy, modelo de la revista para caballeros adultos Penthouse, que también auspiciaba los autos de Momo. Era la envidia de todos. (Imagen: Momo)

Su carisma, su trato, sus cualidades, su conducción caballerosa y su manera de negociar le valieron muchísimos amigos famosos, incluyendo actores de Hollywood como Gene Hackman o Paul Newman y pilotos como Emerson Fittipaldi o Michael Andretti.

Como buen italiano, la sangre tira, y por eso siempre volvía a correr en su país. Sin embargo en 1979 ocurrió el quiebre de su relación con Fiat y Ferrari durante la legendaria Mille Miglia. Los dos Lancia (pilotados por las leyendas Gilles Villeneuve, Riccardo Patrese, Markku Alen y Walter Rohrl) del grupo Fiat, tomaron un atajo por una autopista, relegando al 3er lugar al Porsche de Moretti. Sabiendo que esto significaría lo peor con Fiat y con Ferrari, Moretti hizo los justos descargos a los comisarios y los Lancia fueron descalificados, quedando como ganador.

Enzo Ferrari molesto, canceló todas las últimas órdenes de volantes Momo para Ferrari. Además, encontró una falta de respeto que Momo comenzara a publicitar sus volantes con el piloto Niki Lauda, a quien Enzo llamaba «un traidor» por abandonar la Scuderia en 1977 para irse a Brabham. La historia cuenta que Ferrari tuvo que volver a solicitar los volantes de Momo puesto que ninguno se adecuaba a sus estándares.

En 1980, durante la competencia del Giro D’Italia, en el circuito de Mugello, Moretti estaba por llevarse por segunda vez consecutiva la victoria, cuando su Porsche se detiene misteriosamente. Su motor estaba inundado con agua. Algunos dicen que fue vendetta.

El Porsche #30 de Moretti (Imagen: Motorsportretro.com)

En 1984 se alió con el ingeniero Giorgio Stirano para usar uno de sus deportivos en la IMSA, el que era propulsado por un motor V8 de Ford/Cosworth. Si bien el auto no era rápido, su revolucionaria y aerodinámica carrocería fabricada en resinas y compuestos fue la sensación de la categoría y todos querían comenzar a aprender de esta nueva tecnología. Como Moretti quería un auto más veloz, volvió a Porsche por un prototipo 956/962 del Grupo C. El problema fue que Porsche solo le facilitó el auto, no así el desarrollo, por lo que los autos oficiales siempre se llevaban los upgrades y mejoras, mientras que Moretti solo corría con lo que había disponible.

Eso lo llevó de regreso a Ferrari donde insistió en un nuevo prototipo para la IMSA. Este proyecto fue dilatado por Enzo, quien -por razones obvias- no quería apoyar a Moretti. Luego de la muerte de Enzo, su hijo y viejo amigo de Moretti, Piero, sería quien le diera luz verde al prototipo 333SP, proyecto concebido con la tecnología de la Formula 1, un motor V12 basado en la unidad que llevaría más adelante la Ferrari F50 pero ajustado por Michelotto y carrocería construida por Dallara. El auto se transformó en una leyenda y si hay alguien que sabe tanto del poder de la 333SP como Giampiero Moretti, es el único, grande y nuestro Eliseo Salazar, quien entre 1994 y 1997 corrió con la Ferrari para el equipo de Moretti (y otros equipos), logrando grandes victorias y buenos resultados, en lo que podría ser considerada la «época dorada» de Salazar. Sus buenos resultados en la IMSA hicieron de trampolín para lo que fue su carrera como piloto de Indycar.

Moretti había tenido algunos triunfos, pero aun no daba con el que era su mayor sueño, ganar las 24 Horas de Daytona, carrera en la que hizo cerca de 15 intentos por ganar. En 1996 estuvo muy cerca, perdiendo la punta por tan solo un minuto contra el equipo Riley & Scott. Solo en 1998, cuando estaba por cumplir 60 años y anunciaba su retiro lo logró. La Ferrari 333SP #30 de Giampiero Moretti, Mauro Baldi, Arie Luyendyk y Didier Theys se llevaba la victoria en Daytona, en una de las carreras más recordadas de dicho circuito. Pero eso no era todo, Giampiero también se llevaría el primer lugar en las 12 horas de Sebring y en las 6 horas de Watkins Glen, las carreras más importantes de la categoría. Además tuvo el placer de competir en las 24 Horas de Le Mans y en los 1000 Km de Monza. Su nombre había pasado completamente a la historia.

«No me arrepiento, me retiré en el momento indicado. Seria muy egoísta si dijiera que me arrepiento de algo después de vivir la vida que tuve. Sobretodo, porque en mi vida hice lo que mas amaba durante un periodo único en la historia. Es muy difícil imaginar una vida profesional y competitiva como la que tuve yo en la época actual. Hoy en día todo es muy calculado, muy impersonal y muy perfecto. No me puedo arrepentir de absolutamente nada.» 

La histórica celebración del equipo junto a Moretti y su Ferrari en Daytona. (Imagen: Momo)

Este año, para la celebración de la versión N°50 de las 24 Horas de Daytona y en honor a su muerte, el equipo debutante NGT Motorsport, llevó un Porsche 911 GT3 auspiciado por Momo y con los colores que Moretti hizo famoso, incluyendo una foto de Moretti en el capó. El equipo estaba conformado por el piloto caraqueño Carlos Kauffmann y sus compañeros Sean Edwards, Nick Tandy y Henrique Cisneros, quienes tuvieron un prometedor arranque, logrando liderar la prueba durante las primeras horas y manteniéndose entre los diez primeros de su grupo hasta pasada la medianoche del sábado. Problemas con la suspensión y una explosión de la batería los relegaron a puestos menores, finalizando 18° en la categoría GT (un puesto por delante del Porsche #64 con el que compitió Eliseo Salazar por el equipo TRG) y 29° en el marcador general.

El Porsche GT3 MOMO de Carlos Kauffmann en acción en las 24 Horas de Daytona (Imagen: Prensa NGT Motorsport Media)

Moretti comenzó en 1966 con Momo y solo armando volantes. Hoy es un imperio de productos relacionados con el motorsport como guantes, trajes de competición, llantas de aleación, pomos, entre otros. Claro que Moretti ya no manejaba la empresa; a mediados de los ’90 la había vendido a privados, quienes mantienen intactos los principios de Moretti, con productos de diseño italiano y calidad a toda prueba.

Fuentes e Imágenes: SportCarDigest, Autoblog, Hemmings.

Ex-Editor y Test Driver - La grua se lo llevó a la competencia, despues de 6 años defendiendo los colores de la Escuderia Naranja. Sin embargo, en su corazón, todos sabemos que es de los nuestros. En Twitter es @absolutbeer